¿Adonde va la radio?

Los formas tradicionales de los medios de comunicación han sufrido de forma directa el impacto de la revolución tecnológica.

Los periódicos y las revistas de papel están casi extinguidos. Con la Televisión  y la Radio por ondas electromagnéticas sucede algo parecido, va camino a desaparecer, reemplazada por la televisión digital que se distribuye por cable, y  aún la misma Televisión por Cable desaparecerá y todo será por Internet.

La forma tradicional de ver televisión quedó atrás, cambió la forma de consumir contenidos televisivos. Las plataformas de video bajo demanda como Netflix se están consolidando más y han cambiado los hábitos de consumo de todos, en particular de los jóvenes, y si no se quiere ver películas y series, se tiene a Youtube como el principal proveedor de contenidos en video, con musicales, documentales, crónicas, reportajes, con mucho material profesional y amateur, incluso producido por los mismos protagonistas.

La ventaja fundamental de todo ello es la posibilidad  de ejecutar contenidos a la carta,  siendo uno mismo quien programa y ve lo que le interesa ver dejando de estar sujeto a la programación de los medios tradicionales.

Eso sucede con las películas que con una elección tenemos un par de horas ocupadas,  más aún con las series que a veces nos obligan a jornadas maratónicas. Con la música es distinto,  es tediosos tener que estar eligiendo una canción a cada instante para disfrutar 3 o 4 minutos, y luego volver a elegir, por eso los servicios de música a demanda ofrecen listas y géneros para evitar esa molestia, y también, por supuesto esta la Radio On Line.

Pero no todos es leche y miel, la televisión amigable y gratuita para el consumidor se extraña, pues ahora es el televidente el que paga los contenidos, ya no carga toda la factura a las empresas que publicitaban. El tener videos, programas y películas a un clic, cuesta y tampoco es fácil de usar,  sobre todo para las personas mayores. En países  mas avanzados y con mejores economías, ya hoy resulta una pesadilla el enredo de servicios bajo demanda donde encontrar algo bueno se ha vuelto muy difícil.

Felizmente, con el audio no sucede lo mismo. Los servicios de música a demanda están en auge, pero no son gratuitos para el consumidor. Entre ellos Spotify y Deezer son mis favoritos, pero cuestan, y más aún si  uno los contrata sin publicidad.

Los Podcast son un formato de radio a la carta que pueden ser consumidos sin obligaciones de horario ni calendario y sin pausas publicitarias eternas, pero eso implica elecciones y atención, lo que en la Radio Digital se evita, pues cuando la programación es buena, simplemente nos limitamos a disfrutar.

Por todas estas razones, la Radio Digital es la mejor alternativa, pues en ella no solo encontraremos música, sino también comentarios, noticias y otros contenidos, el punto está en que estos últimos no sean abrumadores y ordinarios.

La Radio Digital es más un complemento que un enemigo de los Broadcasters que están sabiendo anticiparse al futuro, mucho más teniendo en cuenta que los libera de las ataduras geográficas a las que estaban sometidos dependiendo de la potencia y cantidad de transmisores, hoy en cambio, su audiencia no tiene limites, es el mundo entero.